En casa continuamos con la “operación potito” o introducción a la alimentación complementaria. Empezó muy bien con las papillas de fruta pero lleva unos días que come menos, será porque ha probado el puré de verduras y le gusta más… ¿cómo han aceptado los vuestros la fruta? Contadnos la experiencia porque seguro que aprendemos entre todos cosas nuevas.Os pongo algunas pautas que debemos tener en cuenta para preparar los potitos o purés de bebés.
Utilizar verduras frescas, ya que cada día que pasan en la nevera pierden entre un 5 y un 10% de sus propiedades nutricionales.
Podemos utilizar calabacín, calabaza, puerro, judías verdes, zanahoria o cebolla para empezar.
Cocer lo justo, cuanto mayor sea la cocción más vitaminas y nutrientes se pierden.
No echaremos especias ya que pueden resultar indigestas.
Para conseguir la consistencia deseada añadiéremos agua de la cocción, leche o zumo.
Poco a poco iremos aumentando la consistencia.
Triturar muy bien para evitar que queden hebras ya que podrían hacer vomitar al niño.
Nunca poner sal, a nosotros nos debe parecer soso.
Siempre, al final, añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra que le aportará calorías, sabor y muchos beneficios.
Ingredientes
- 1 patata pequeña
- 2 zanahorias
- 1 trozo de calabaza
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
Elaboración del puré de verduras
Pelamos la patata y troceamos, hacemos igual con la zanahoria y la calabaza. Ponemos todo en un cazo con agua en el fuego hasta que estén blandos, en unos quince minutos estará listo en cocción normal, también podéis hacerlo en la olla rápida o en microondas.
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